3. Ases en Acción
Después de acabada la guerra, Johnny Hawkboy Hudson y sus muchachos decidieron instalar su base de operaciones en un remoto archipiélago del Pacífico. Desde allí, podían encargarse de la erradicación de la piratería en aquellos mares, y mantener siempre a punto sus hermosos cazas e hidroaviones, en caso de que el mundo libre necesitase de nuevo ser salvado por los conocidos “Cazadores del Aire”, ases de la aviación y condecorados héroes de guerra.
La mayor parte de la labor consistía en oponerse a esos incansables piratas chinos, liderados por la hermosa y fatal Nu Hua, también llamada Flor de Jade; Hawkboy y los Cazadores del Aire, sin embargo, también hubieron de hacer frente a amenazas como las del Doktor Panzerfaust y su temible enjambre gorila; o tratar de deshacer los retorcidos planes de conquista mundial del insidioso Doctor Diabólico.
Johnny recuerda que estuvo haciendo un vuelo de reconocimiento, una tarde especialmente tranquila, por las islas de la zona; no quería que ni él ni su querida Betty (el nombre que le había dado a su fiel caza Brewster F2A Buffalo mejorado en sus talleres) perdiesen la costumbre. Entonces fue cuando comprobó extraños movimientos en una isla volcánica aparentemente deshabitada. Siguiendo su instinto y su curiosidad, Hawkboy descubrió toda una base secreta en el interior del volcán. Dentro de ella, la terrible Sociedad del Dragón Amarillo, sociedad criminal de la que era líder indiscutido el Doctor Diabólico, realizaba todo tipo de actividades ilícitas: entre otras, contrabando, tráfico de estupefacientes, prostitución ilegal, y unos terribles experimentos, con una volátil substancia conocida como “Jade explosivo”. Con el mismo, planeaban extorsionar a las naciones del mundo, y así ponerlas bajo el dominio de su único amo, el insidioso Doctor Diabólico.
Hawkboy, una vez más, consiguió boicotear los malvados planes del Doctor, escapando en el último momento de la isla, con el volcán entrando de nuevo en erupción, y las instalaciones secretas hundiéndose tras de sí en lava ardiente.
Gracias a él, el mundo libre podía dormir tranquilo otra semana más.
Próxima entrega: El guía del desfiladero
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